La Dra. María Martínez Gálvez es directora de la Unidad de Mama del Hospital Mesa del Castillo, que estas semanas cumple el primer año de funcionamiento. El Hospital Mesa del Castillo apostó por dotar de la última tecnología y los profesionales más experimentados para contar con un centro especializado en cáncer de mama de primer nivel.

¿Cómo valora la marcha de la Unidad de Mama tras un año de actividad?

Muy positivamente. Desde nuestro punto de vista profesional ha cubierto claramente nuestras expectativas al dotarnos de todos los medios tecnológicos necesarios para mejorar nuestra prestación radiológica. Con esto hemos conseguido dar respuesta en cada momento al motivo de consulta de cada paciente de forma rápida y eficiente, con una orientación personalizada y de acompañamiento.

¿Qué es lo que más valoran sus pacientes?

Entendemos que la prestación de calidad en el diagnóstico de patología mamaria engloba tanto la tecnología como la interpretación radiológica por profesionales cualificados, y sobre todo la información a la paciente

La mujer precisa una respuesta a su problema a través de la imagen, precisa un diagnóstico riguroso de máxima seguridad que engloba tanto la capacidad de detección tecnológica como la adecuada interpretación y manejo de pruebas diagnósticas e intervencionistas. Esa simbiosis es la mejor garantía para la mujer con o sin síntomas que busca la máxima seguridad.

¿Cuál es la mejor forma de ayudar a una paciente que sufre la incertidumbre de un posible cáncer de mama?

La paciente busca una respuesta rápida y de máxima seguridad tanto si presenta síntomas como si se realiza un estudio de control. Muchos de los casos tratados con técnicas convencionales responden a falsos positivos, a los que la tomosíntesis da una rápida respuesta de normalidad, acabando con la ansiedad de la paciente. En ocasiones basta con explicar adecuadamente a la paciente los hallazgos de imagen y orientar el seguimiento.

La paciente sin síntomas quiere estar completamente segura, y ahí es donde el peso de la tecnología cobra especial protagonismo, al evitar errores de no detección o falsos negativos.

La paciente con sospecha de tumor quiere un manejo integral de rápida respuesta a su problema. La Unidad de Mama del Hospital Mesa del Castillo está orientada precisamente a aumentar eficacia y reducir tiempos.

¿La mamografía 3D ha sido determinante para el éxito de muchas casos durante este periodo?

La tomosíntesis o mamografía 3D nos ha permitido detectar cánceres muy precoces llegando a evitar en casos particulares la quimioterapia. El diagnóstico precoz que facilita la tomosíntesis minimiza el impacto terapéutico en las pacientes con cáncer de mama.

Por otra parte nos ha permitido descartar algunos supuestos cánceres que gracias a la imagen 3D descubrimos que no lo eran, evitando el seguimiento innecesario y la ansiedad de la paciente

¿Qué cree que falta en la sociedad para que la prevención esté más presente y así poder evitar casos irreparables?

El cribado poblacional es un tema controvertido actualmente, en parte por los efectos secundarios del mismo como son los falsos positivos, las pruebas complementarias innecesarias, la ansiedad, el sobrediagnóstico. Para minimizar estos inconvenientes y conseguir el máximo beneficio es preciso sumar tecnologías como la tomosíntesis, que nos permiten aumentar nuestra capacidad de detección y minimizar los falsos positivos. Siempre acompañadas de profesionales expertos en interpretación de dichas imágenes . Sólo así el diagnóstico precoz será posible, y esa es una de las principales orientaciones de nuestra unidad.

¿Qué espera del segundo año de la Unidad de Mama del Hospital Mesa del Castillo?

El futuro pasa por consolidar el proyecto puesto en marcha, lo que supone concienciar a la población de la necesidad de manejo de la patología mamaria en unidades con profesionales expertos y con la mejor tecnología disponible, con un trato personalizado, rápido y eficiente.

Queremos generar confianza en fórmulas de trabajo como la que venimos desarrollando en nuestra unidad, para que cada vez un mayor número de mujeres puedan beneficiarse de ellas, bien a través de programas de cribado específicos o de colaboraciones en subpoblaciones concretas de mujeres en las que el diagnóstico precoz es la mejor arma en la lucha contra el cáncer de mama.