La Dra. Salomé Abenza responde preguntas acerca de la toxina botulínica. Su uso en la mejora de las líneas de expresión está extendido pero es importante el manejo del tratamiento por parte de un especialista.

La toxina botulínica tiene un uso frecuente y muy diverso en los últimos años. Sin embargo es importante reseñar que, en manos inexpertas, puede ser contraproducente, dar resultados indeseados o incluso producir problemas graves.

Hablamos con la Dra. Salomé Abenza, especialista en cirugía plástica ocular, para conocer sus usos y utilidades en la mejora de las líneas de expresión de la cara.

El papel de la toxina botulínica en la mejora de las líneas de expresión

¿Qué es la toxina botulínica?

La toxina botulínica del tipo A es una proteína producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum, que actúa bloqueando la liberación de una sustancia química producida en las terminaciones nerviosas llamada acetilcolina y que es la responsable de las contracción muscular.

Hay que destacar que no existen posibilidades de contraer el botulismo al administrar las inyecciones de toxina botulínica.

¿Para qué se usa?

La inyección de toxina botulínica es el procedimiento mínimamente invasivo más extendido en el ámbito cosmético en los últimos años. Actualmente, está aprobado su uso por la FDA (Agencia Americana de Medicamentos y Alimentos) para la mejoría temporal de las líneas de expresión del entrecejo de moderadas a intensas  en personas de 18 a 65 años.

Su uso en el tratamiento de determinadas enfermedades (blefaroespasmo o parpadeo incontrolable y estrabismo de los ojos) se aprobó hace unos 15 años. Más tarde se amplió el espectro de enfermedades susceptibles de recibir este tipo de tratamiento a la distonía cervical, una enfermedad neurológica que produce contracciones graves de los hombros y el cuello, y más recientemente se usa también para la hiperhidrosis o sudoración excesiva de axilas y manos.

¿Cómo se aplica?

El tratamiento se realiza de forma ambulatoria y sin preparación alguna, simplemente desinfectando las zonas  a tratar previamente. Tras la aplicación de un anestésico tópico en crema sobre la zona durante unos minutos, se realiza la infiltración bajo la piel con una pequeña aguja en distintos puntos.

Este procedimiento debe realizarse en un centro especializado con las acreditaciones pertinentes, en condiciones de máxima higiene y en manos de un médico cualificado y con experiencia en dichos procedimientos. El tratamiento puede realizarse cada 4-6 meses ya que el efecto de la toxina es transitorio y se pierde con el tiempo.

El papel de la toxina botulínica en la mejora de las líneas de expresión

¿Es un tratamiento molesto? ¿Se necesita reposo?

El procedimiento no es doloroso y tras él, el paciente no sentirá molestia alguna y no tendrá marcas visibles en la piel, pudiendo volver a su actividad rutinaria inmediatamente.

Es aconsejable no realizar una actividad física intensa en las primeras horas ni agachar la cabeza para evitar la difusión de la toxina hacia zonas no deseadas. En algunos casos, los pacientes pueden experimentar un ligero dolor de cabeza que suele resolverse en unas horas.

¿Qué resultados se suelen obtener a nivel estético?

La relajación muscular tras la infiltración de la toxina conlleva una atenuación de las líneas visibles de expresión, sobre todo a nivel del entrecejo, frente y patas de gallo. El efecto comienza a hacerse evidente tras las primeras 48-72 horas tras el tratamiento, con resultados visibles definitivos en torno a la semana.

Es importante señalar que la toxina botulínica es muy eficaz para arrugas finas (en torno a 30-45 años) pero no consigue eliminar completamente aquellas arrugas profundas en casos más avanzados, que precisarán tratamientos complementarios de relleno. Por ello, es fundamental comenzar a cuidar la piel y atenuar las líneas de expresión de forma precoz.

Los resultados suelen ser muy gratificantes para el paciente en manos expertas, dando un aspecto descansado y fresco pero permitiendo el movimiento muscular, con el fin de proporcionar resultados  naturales.