En este año tan complicado, un gesto así, de unas personas que acaban de perder a su madre, nos ayuda a recobrar la motivación, a recordar nuestra vocación. Nuestro día a día cobra especial sentido.

Esta mañana, 27 de octubre de 2020, se han presentado en la segunda planta tres personas sosteniendo un ramo de rosas, una caja con gorros sanitarios para todos y una carta. Son los hijos de Encarna, una paciente que tras varios meses con nosotros falleció hace unas semanas.

Ahora, con mucha más calma y pasadas tres semanas desde el fallecimiento de nuestra madre, para nosotros la única y más importante de nuestras vidas, para vosotros durante muchos días, noches, semanas y meses la paciente de la habitación 215/2.

Es hora de mostrar nuestro sentimiento de gratitud hacia vosotros, todos es poco y muchas veces uno no es capaz de plasmar todo lo que siente, pero sí queremos reconocer vuestro duro e inmejorable trabajo.

Qué gran suerte hemos tenido de que nuestra madre cayese en las mejores manos que uno puede desear, nuestra gratitud es infinita hacia el Hospital Mesa del Castillo y hacia el equipo humano que lo forma.

Por más que pasen los años no olvidaremos vuestra dedicación, la sensibilidad que habéis mostrado y el cariñoso trato que dais a los enfermos. Como familiares de un ser querido no se puede pedir más.

Queremos no olvidarnos de nadie, tanto doctoras, enfermeros/as, auxiliares y limpiadoras siempre estaréis en nuestros corazones y siempre tendremos una deuda con todos vosotros y con este hospital.

Esperamos que estas palabras os hagan aún más grandes de lo que sois, que cuando lleguéis a casa seáis mucho más felices, que cada uno de vuestros pacientes y sus familiares se sientan igual a como nos hemos sentido nosotros.

Muchísimas gracias por el trato, ella se habría sentido muy orgullosa. Nuestro más sincero y enorme agradecimiento.

Familia de Encarna Moreno López.

Estas palabras nos hacen muy felices y nos dan mucho ánimo para seguir cuidando de nuestros pacientes de la mejor forma posible. En este año tan complicado, un gesto así, de unas personas que acaban de perder a su madre, nos ayuda a recobrar la motivación, a recordar nuestra vocación. Nuestro día a día cobra especial sentido.

Gracias.