Pacientes especiales son aquellos que, debido a discapacidades físicas o psicológicas, enfermedades o el tratamiento que reciben, necesitan unos cuidados bucales específicos. Estos pacientes suelen presentar determinadas condiciones que tienen consecuencias en su salud bucal como son la medicación, comportamiento o dificultad para mantener una correcta higiene bucal.

Algunas discapacidades o enfermedades llevan consigo alteraciones en la erupción dental, maloclusión por mal desarrollo de arcadas dentarias, alteración del tamaño de la boca y/o lengua, mucosa oral más frágil, etc. Estos problemas, además, pueden favorecer el desarrollo de otras patologías como la xerostomía.

Por otro lado, hay comportamientos de este tipo de pacientes que pueden afectar a su salud bucodental. Los pacientes con desórdenes alimentarios, como pueden ser bulímicos, pueden tener vómitos repetitivos, lo que puede afectar al esmalte de los dientes provocando erosión y, por tanto, favorecer la aparición de hipersensibilidad dental.

Con frecuencia, los pacientes especiales deben tomar medicación para controlar su enfermedad o su discapacidad. Existen numerosos fármacos que producen efectos adversos en la cavidad bucal, como xerostomía (efecto adverso más frecuente), sialorrea, agrandamiento gingival, glositis, disgeusia, etc. Otro factor a tener en cuenta es que muchos medicamentos suelen contener ingredientes azucarados que favorecen la aparición de caries.

Las limitaciones a la hora de realizar una adecuada higiene bucodental también son un problema a tener en cuenta. Esto puede hacer que se acumule biofilm en los espacios interproximales apareciendo así la placa bacteriana.

Por ello, es muy importante instruir a estos pacientes (o a sus cuidadores) en técnicas de higiene bucal y conseguir que incluyan el hábito en su rutina diaria. El cepillo debe estar adaptado a las condiciones del paciente o, en caso de ser necesario, para el uso por el cuidador. Las pastas dentífricas y colutorios con antisépticos de uso diario como el CPC ayudan a prevenir la enfermedad de las encías. Es recomendable que contengan flúor para la prevención de la aparición de caries. Por último, la limpieza de los espacios interproximales también debe ser tomada en cuenta para un correcto cuidado.