Los tejidos periodontales, conocidos como periodonto, son los tejidos que soportan y rodean las piezas dentales. Cuando dichos tejidos se inflaman aparece en primer lugar la gingivitis, que es la inflamación y sangrado de las encías, y que si no se trata a tiempo puede conducir a la periodontitis, una patología con consecuencias más graves.
Según la SEPA (Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración), la salud general y la salud bucodental están relacionadas entre sí, asociando unas encías enfermas con un inadecuado control de la diabetes, aumentando el riesgo de parto prematuro y agravando las enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Aunque no existen dudas sobre la relación entre las enfermedades cardiovasculares (tales como la aterosclerosis o la trombosis coronaria) y la enfermedad periodontal, aún no se ha demostrado que exista entre las dos enfermedades una relación causal.
Diversos estudios nos dicen que la periodontitis aumenta hasta en un 50% la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular asociada. Por lo que resulta de vital importancia concienciar a la sociedad de la relevancia de mantener una adecuada salud bucal, tanto para prevenir infecciones y enfermedades bucodentales como para mejorar y mantener la salud cardiovascular.
Para prevenir la periodontitis y otras enfermedades periodontales debes seguir los siguientes consejos:
Disminuir la ingesta de bebidas y alimentos azucarados.
No fumar ni beber alcohol.
Acudir de forma periódica al dentista.
Cepillarse los dientes tras cada comida al menos durante dos minutos.
Usar elementos de higiene interdental al menos una vez al día, tales como cepillos interproximales o seda dental.
A pesar de estas medidas, si tus encías sangran mientras te cepillas los dientes o de manera espontánea, si sientes dolor e inflamación y sensibilidad dental ante los cambios de temperatura de alimentos y bebidas, si el mal aliento no desaparece, si se producen cambios en la mordida o algún diente se mueve, deberás acudir pronto a un profesional antes de que se produzca una complicación mayor.