La ortodoncia no solo soluciona problemas funcionales derivados de las malposiciones y maloclusiones dentarias, sino que contribuye a mejorar nuestro aspecto físico. Cada día que pasa son más frecuentes en la sociedad y ahora, por suerte, menos invasivos. La higiene bucodental en la ortodoncia cobra especial relevancia debido a sus particularidades.
Se trata de un tratamiento que no se realiza únicamente durante la última etapa de la infancia, sino que muchas personas adultas, tras años sucesivos de sufrir problemas derivados de las malposiciones, optan por poner remedio.
Cada tratamiento depende del grado de maloclusión del paciente en cuestión, aunque de manera general podemos distinguir entre los que utilizan aparatos móviles o fijos. Ambos aplican fuerzas a los dientes para colocarlos en el lugar correcto. Los primeros pueden ser retirados de manera sencilla en cualquier momento y, los segundos, se quedan fijos a nuestra estructura dentaria.
Decimos que la higiene bucodental resulta especialmente importante cuando llevamos ortodoncia porque su estructura resulta idónea para la formación de biofilm, ya que se suele acumular restos de alimentos y placa dental, dando lugar a enfermedades periodontales como la gingivitis u otras como la caries. Igualmente, una higiene inadecuada puede provocarle mal aliento o halitosis.
Cuando se trata de aparatos removibles, realizaremos por separado nuestras labores de higiene bucodental diaria y del aparato. Para limpiar este tipo de ortodoncias existen comprimidos limpiadores efervescentes que eliminan el biofilm.
En cambio, cuando se trata de aparatos fijos, en los brackets y los arcos que los unen suele almacenarse gran cantidad de restos de comida. Para evitar esto, es necesario llevar a cabo una limpieza exhaustiva a través del cepillado interdental, con un cepillo de cabezal pequeño especial para ortodoncias en forma de “v”. Para conseguir un mejor resultado podemos recurrir a los cepillos interproximales, al hilo dental o a los colutorios.
Asimismo, nuestro odontólogo nos recomendará cuáles son los hábitos alimenticios más adecuados a seguir; tales como evitar o reducir el consumo de alimentos ricos en azúcares o hidratos de carbono, así como evitar masticar alimentos con hueso o duros como aceitunas o almendras, ya que pueden ocasionar la rotura de algún elemento de la ortodoncia.