El próximo 14 de noviembre se celebra el “Día Mundial de la Diabetes”. ¿Sabías que hay una relación directa entre la diabetes y la salud dental? Múltiples estudios han demostrado que la salud de nuestras encías y la diabetes están directamente relacionadas. Te contamos cómo.
La diabetes, una verdadera epidemia mundial
Los datos globales sobre esta enfermedad son muy alarmantes. Se calcula que el 9% de los adultos mayores de 18 años en todo el mundo la sufre. Esto supone casi 400 millones de personas, de las cuales 6 millones corresponden al total de diabéticos en España. Además, la tendencia de la diabetes es ascendente: se estima que en menos de 20 años se duplicarán los casos de enfermos en todo el mundo.
La prevención es la clave
Diversos estudios han demostrado que una enfermedad avanzada en las encías puede producir un aumento del nivel de glucosa en sangre. Esto podría ser un síntoma inicial de la diabetes. Para prevenir este tipo de complicaciones dentales, es recomendable una buena higiene dental general. También es importante el uso de dentífricos especializados para tratar la gingivitis. Por último, debemos visitar regularmente al dentista o higienista para controlar y disminuir el riesgo de sufrir diabetes además.
Soy diabético, ¿qué debo hacer?
Las personas diabéticas son más propensas a padecer infecciones y enfermedades bucales como la gingivitis y la periodontitis. Esto ocurre porque tienen un nivel más alto de glucosa en la sangre y la saliva. Además, se curan más lentamente que una persona que no sufre diabetes porque tiene menos defensas. Por ello, deben realizar controles asiduos del nivel de glucosa en la sangre para evitar infecciones y sequedad en la boca. También deben tener un especial cuidado de dientes y encías, usando correctamente el cepillo de dientes y el hilo dental. Se ha comprobado que al eliminar la placa bacteriana, las personas con diabetes experimentan una mejoría en sus niveles de glucosa. No deberían fumar, ya que favorece la aparición de infecciones por hongos. Por último, es aconsejable acudir a revisiones con el higienista o dentista cada seis meses e informarle rápidamente sobre cambios recientes de salud o de medicación.