No es solo una cuestión de estética. Los espacios entre los dientes pueden facilitar que se acumule placa dental, y con ello aparezcan enfermedades. ¿Cómo se puede solucionar este problema?
Origen y causas
En una gran mayoría de casos, se trata de factores de herencia genética. Los espacios entre dientes no suelen ser muy marcados, aunque son susceptibles de generar complejos para las personas, sobre todo a la hora de sonreír.
Algunos malos hábitos durante la infancia, como puede ser empujar los dientes o chuparse el dedo, también pueden favorecer la aparición de espacios entre los dientes.
Soluciones y tratamientos para los espacios entre dientes
El primer paso es conocer la causa, lo que puede hacerse mediante estudios y análisis individualizados. Con ello se contará con información para imponer el tratamiento más apropiado para cada una de las sonrisas.
El especialista analizará en qué estado se encuentran los dientes y las encías del paciente. Si existiese algún tipo de enfermedad o de infección, antes de tratar los espacios entre dientes lo procedente es curar esas patologías; en caso contrario, el mismo tratamiento para los espacios dentales podría ser la causa de una infección.
La solución más habitual para este problema es la recolocación, que suele ponerse en marcha con tratamientos de ortodoncia, ya sean brackets, retenedores, e incluso técnicas de ortodoncia estética.
Cuando el espacio entre dientes es mínimo, se pueden elegir otro tipo de tratamientos estéticos, como podrían ser las carillas o las coronas dentales. También los puentes y los implantes dentales pueden contribuir a solucionar este tipo de situaciones.
Otra técnica que también suele usarse es la realización de un injerto de encía, o bien de tejido conectivo. De esa forma, se cierran los espacios mediante un incremento de la papila interdental.
La llamada adhesión dental, consiste en aplicar una resina de un material plástico especial, sobre el esmalte de los dientes, consiguiendo un efecto de ensanchamiento, y cerrando los espacios.