Historias Clínicas
Historias Clínicas

Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas

«Soy médico porque no pude ser piloto del Aire»

  • Identificación del paciente

Nombre: Juan Ángel Fernández

Edad: 46 años

Lugar de nacimiento: Molina de Segura, Murcia.

Estado civil: Felizmente casado.

Profesión / Especialidad: Médico. Cirujano.

Puesto: Cirujano del grupo quirúrgico de Mesa del Castillo, tanto en la parte de cirugía general como en la Unidad de Obesidad Mórbida. También trabajo en la Arrixaca. Soy adjunto del servicio de cirugía en la unidad de sarcomas.

Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas

«Soy médico porque no pude ser piloto del Aire»

  • Identificación del paciente

Nombre: Juan Ángel Fernández

Edad: 46 años

Lugar de nacimiento: Molina de Segura, Murcia.

Estado civil: Felizmente casado.

Profesión / Especialidad: Médico. Cirujano.

Puesto: Cirujano del grupo quirúrgico de Mesa del Castillo, tanto en la parte de cirugía general como en la Unidad de Obesidad Mórbida. También trabajo en la Arrixaca. Soy adjunto del servicio de cirugía en la unidad de sarcomas.

  • Motivo de consulta

Ponga un Juan Ángel Fernandez en su vida. Sobre todo si necesita usted un buen cirujano general capaz de llevar a cabo operaciones quirúrgicas de alta complejidad. Pero también si a usted le gusta disfrutar de los pequeños momentos, gozar de la compañía de los suyos, tomar un café o una cerveza o mantener entretenidas conversaciones sobre temas tan variopintos como la aeronáutica o la historia del Imperio Romano.

El Dr. Juan Ángel Fernández se nos descubre como un vitalista empedernido que se entrega al estímulo intelectual a la vez que padece una adicción a seguir los indescifrables designios de su corazón. Un corazón que domina cada faceta de su existencia dando como resultado una suerte de intelectual emocionado.

  • Anamnesis

«Nací en Molina de Segura, Murcia. He vivido toda la vida en Molina. Estudié en el CEU y fui a la facultad de medicina de la Universidad de Murcia.»

«Crecí en una familia de clase media baja. Mi padre era policía y madre ama de casa. Ambos se esforzaron mucho para que yo estudiara. Somos tres hermanos varones. Ellos estudiaron economía.»

«Un profesional que te da calor humano no tiene precio»

  • Antecedentes

¿Por qué medicina? Empecé medicina porque no pude ser piloto del aire. Soy un gran aficionado a la aviación, en especial la aviación militar. Pero como me gusta todo y la medicina me gustaba mucho, comencé a estudiar medicina.

¿Por qué cirugía? En esos tiempos conocí al Dr. Parrilla, quien me ayudó a decidirme por cirugía. Hice la residencia en La Arrixaca, con quien me había inculcado el amor por la cirugía, el Dr. Parrilla. La cirugía es una pasión por sus peculiaridades, me gustó mucho. El Dr. Parrilla y su servicio me dieron oportunidades para trabajar. Luego saqué la plaza en propiedad y ahí sigo.

Siempre he estado vinculado al programa de trasplante de páncreas y al trasplante de hígado. Y en la actualidad me dedico a la cirugía de sarcomas y por supuesto cirugías menos especializadas.

¿Tiene un maestro? Todos los que hemos estudiado medicina y cirugía tenemos de maestro al Dr. Parrilla. Con otros hemos aprendido también, de todos se aprende, desde el residente hasta el director.

Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas
Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas
  • Motivo de consulta

Ponga un Juan Ángel Fernandez en su vida. Sobre todo si necesita usted un buen cirujano general capaz de llevar a cabo operaciones quirúrgicas de alta complejidad. Pero también si a usted le gusta disfrutar de los pequeños momentos, gozar de la compañía de los suyos, tomar un café o una cerveza o mantener entretenidas conversaciones sobre temas tan variopintos como la aeronáutica o la historia del Imperio Romano.

El Dr. Juan Ángel Fernández se nos descubre como un vitalista empedernido que se entrega al estímulo intelectual a la vez que padece una adicción a seguir los indescifrables designios de su corazón. Un corazón que domina cada faceta de su existencia dando como resultado una suerte de intelectual emocionado.

  • Anamnesis

«Nací en Molina de Segura, Murcia. He vivido toda la vida en Molina. Estudié en el CEU y fui a la facultad de medicina de la Universidad de Murcia.»

«Crecí en una familia de clase media baja. Mi padre era policía y madre ama de casa. Ambos se esforzaron mucho para que yo estudiara. Somos tres hermanos varones. Ellos estudiaron economía.»

«Un profesional que te da calor humano no tiene precio»

  • Antecedentes

¿Por qué medicina? Empecé medicina porque no pude ser piloto del aire. Soy un gran aficionado a la aviación, en especial la aviación militar. Pero como me gusta todo y la medicina me gustaba mucho, comencé a estudiar medicina.

¿Por qué cirugía? En esos tiempos conocí al Dr. Parrilla, quien me ayudó a decidirme por cirugía. Hice la residencia en La Arrixaca, con quien me había inculcado el amor por la cirugía, el Dr. Parrilla. La cirugía es una pasión por sus peculiaridades, me gustó mucho. El Dr. Parrilla y su servicio me dieron oportunidades para trabajar. Luego saqué la plaza en propiedad y ahí sigo.

Siempre he estado vinculado al programa de trasplante de páncreas y al trasplante de hígado. Y en la actualidad me dedico a la cirugía de sarcomas y por supuesto cirugías menos especializadas.

¿Tiene un maestro? Todos los que hemos estudiado medicina y cirugía tenemos de maestro al Dr. Parrilla. Con otros hemos aprendido también, de todos se aprende, desde el residente hasta el director.

Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas
Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas

Háblenos un poco del Dr. Parrilla. Sería muy fácil decir que está tan arriba porque ha publicado mucho, porque ha operado mucho y muy bien. Pero en realidad no es así, es por el amor que profesa por el paciente. Yo lo he visto sentado en una cama dando un yogurt a un paciente. Eso no lo hacen todos los médicos. Y eso, sumado a las clases que da, desde historia de la medicina… te hace pensar “yo quiero ser como este hombre”. Y si encima lo ves operando, y sufriendo, porque en cirugía el éxito y el fracaso va de tus manos. Quién no se va a ilusionar por su trabajo cuando tienes a un representante como el profesor Parrilla.

¿Cómo ha cambiado el oficio desde que empezó a ejercer? No te das cuenta, en realidad. Pero la medicina está en constante evolución, Y la cirugía más. Miras atrás dos años y te das cuenta que hay cosas que ya no utilizas. Sobre todo ha sido una evolución tecnológica. Desde la laparoscopia y los avances que se han sucedido junto a esta técnica. Ahora los enfermos no te exigen que los operes o que los operes bien. El ingreso tiene que ser corto. Estéticamente tienen que quedar perfectos y la tasa de complicación, mínima. Es una exigencia normal porque la tecnología permite ofrecer estas influencias positivas. Operaciones que antes no se podían hacer, ahora cuentan con una seguridad y resultados extraordinarios. Cuando empecé la residencia, la laparoscopia ya estaba, pero los avances que ha habido desde entonces han sido enormes. Se nos permite conocer el estado general  del enfermo de forma tan precisa que los márgenes de error son muy escasos. Y esto es sólo el principio. El desarrollo es exponencial.

¿Cómo ha cambiado usted la forma de ejercer su oficio? Antes tenía miedo, probablemente, por lo que tenías enfrente, por el enfermo. Ahora no es tan to miedo sino más bien respeto, porque ya sabes a lo que te enfrentas, ya sabes lo que puede pasar y cómo debes actuar. Como dice el doctor Parrilla, el enfermo pone su alma en tus manos, entonces es una responsabilidad extraordinaria que te cambia la perspectiva vital con el paso del tiempo. Se aprende a valorar las cosas de forma especial.

¿Qué le gusta de su oficio? ¿Qué no le gusta? Supongo que todo. La burocracia no me gusta, pero es inevitable y fundamental. Cada euro de la medicina es importante y no se puede desperdiciar, y para eso está la burocracia. A lo mejor la parte más fea es la burocracia, pero es vital.

«Yo he visto al Dr. Parrilla sentado en una cama dando un yogur a un paciente»

Háblenos un poco del Dr. Parrilla. Sería muy fácil decir que está tan arriba porque ha publicado mucho, porque ha operado mucho y muy bien. Pero en realidad no es así, es por el amor que profesa por el paciente. Yo lo he visto sentado en una cama dando un yogurt a un paciente. Eso no lo hacen todos los médicos. Y eso, sumado a las clases que da, desde historia de la medicina… te hace pensar “yo quiero ser como este hombre”. Y si encima lo ves operando, y sufriendo, porque en cirugía el éxito y el fracaso va de tus manos. Quién no se va a ilusionar por su trabajo cuando tienes a un representante como el profesor Parrilla.

¿Cómo ha cambiado el oficio desde que empezó a ejercer? No te das cuenta, en realidad. Pero la medicina está en constante evolución, Y la cirugía más. Miras atrás dos años y te das cuenta que hay cosas que ya no utilizas. Sobre todo ha sido una evolución tecnológica. Desde la laparoscopia y los avances que se han sucedido junto a esta técnica. Ahora los enfermos no te exigen que los operes o que los operes bien. El ingreso tiene que ser corto. Estéticamente tienen que quedar perfectos y la tasa de complicación, mínima. Es una exigencia normal porque la tecnología permite ofrecer estas influencias positivas. Operaciones que antes no se podían hacer, ahora cuentan con una seguridad y resultados extraordinarios. Cuando empecé la residencia, la laparoscopia ya estaba, pero los avances que ha habido desde entonces han sido enormes. Se nos permite conocer el estado general  del enfermo de forma tan precisa que los márgenes de error son muy escasos. Y esto es sólo el principio. El desarrollo es exponencial.

¿Cómo ha cambiado usted la forma de ejercer su oficio? Antes tenía miedo, probablemente, por lo que tenías enfrente, por el enfermo. Ahora no es tan to miedo sino más bien respeto, porque ya sabes a lo que te enfrentas, ya sabes lo que puede pasar y cómo debes actuar. Como dice el doctor Parrilla, el enfermo pone su alma en tus manos, entonces es una responsabilidad extraordinaria que te cambia la perspectiva vital con el paso del tiempo. Se aprende a valorar las cosas de forma especial.

¿Qué le gusta de su oficio? ¿Qué no le gusta? Supongo que todo. La burocracia no me gusta, pero es inevitable y fundamental. Cada euro de la medicina es importante y no se puede desperdiciar, y para eso está la burocracia. A lo mejor la parte más fea es la burocracia, pero es vital.

«Yo he visto al Dr. Parrilla sentado en una cama dando un yogur a un paciente»

  • Revisión por sistemas

Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas
Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas
Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas

SÍNTOMAS GENERALES

¿Ha sido paciente? Sí. ¡Y menudo susto! ¿Qué se siente? A pesar de todo, se siente miedo. Algo de frialdad, pero no porque los profesionales sanitarios lo sean, sino porque las instalaciones en general se hacen frías. Probablemente en todas las instalaciones. Las salas son blancas, hay aire acondicionado, mucho metal… todo eso es frío. Es una combinación de miedo y frío inevitable. En esos momentos, un profesional, que no tiene que ser médico precisamente, que te de la mano, calor humano, no tiene precio. Eso impacta y se nota mucho. Cualquier facultativo tiene la confianza suficiente como para poder operar bien o muy bien. Lo que puede dar el toque distintivo es un hospital que se preocupa por sus enfermos y que les puede dar una visión o una cara que no tienen otros. Eso da una confianza y tranquilidad muy grande. Si tengo mucho o poco éxito en la Arrixaca (hospital), es porque soy muy cercano a los pacientes. Tampoco sabría hacerlo de otra forma.

¿Se cuida? (Ríe.) No tanto como debiera. No hago todo el deporte que debiera. Tendría que cuidarme mucho más. Más ejercicio y más dieta, lo que pasa es que paso mucho tiempo fuera de casa y lo que me gusta es estar con mis hijas y mi mujer, y la verdad es que llegar a casa y salir a andar… Pero bueno, estoy en ello. Es cierto que el último año no he hecho demasiado por una lesión en la rodilla. Y que además me encanta comer y beber, me lo paso muy bien. No lo puedo evitar. (Ríe.)

¿Toma muchos medicamentos? No. A veces me tengo que tomar algún fármaco porque estoy nervioso, pero son nervios por cansancio. Yo no tomo café. Imposible. Hace poco fui a una charla a Madrid y me despisté y me tomé dos coca colas. Iba a dar la charla y me temblaban las manos. Bastante estrés tengo ya como para encima tomar cafeína.

¿A qué le tiene alergia? Hay muchas cosas que no me gustan nada. Pero lo políticamente correcto no lo aguanto. Y me he llevado muchas tortas por no serlo, entonces he preferido callarme. Pero no puedo con decir lo que crees que tienes que decir en vez de lo que tú crees. No puedo. Es una hipocresía, al fin y al cabo.

¿Algo que haya aprendido de sus padres? De mi padre, la honradez y la humildad. Aunque a veces uno pueda dar una imagen contraria, pero en realidad lo soy. De mi madre, trabajo. Que también sería aplicable en mi padre. Pero trabajo y lucha diaria por sus hijos. Lo han dado todo en su día para que yo estudiara en el que se suponía que entonces era el mejor colegio. Ambos hicieron muchas restricciones en su vida para que nosotros, los tres hermanos que somos, pudiéramos estudiar en el mejor sitio.

¿Qué mal social atajaría con una vacuna si pudiera inventarse? Con los tiempos que corren necesitamos muchas vacunas. Pero supongo que para los extremismos, y más que una vacuna, un estimulante del sentido común. Todo es mucho más sencillo de lo que parece, y las ideas absolutas no existen. Todo es discutible, pero hay mucha gente que se empeña en las ideas absolutistas.

Y luego también inventaría una vacuna contra el analfabetismo funcional, porque hay mucha gente que dice que lee, pero no lee. Eso se nota, aunque haya estudiado una carrera.

¿Le gusta más una fiesta o una cena tranquila? Depende. Pero una cena tranquila con mi mujer y mis niñas no tiene precio. Estoy recordando una cena tranquila con mi familia y la puedo calificar como una cena romántica maravillosa.

«Si pudiera inventar una vacuna, sería un estimulante del sentido común»

SISTEMA RESPIRATORIO

¿Un lugar donde respirar hondo? En el campo. A veces salgo a andar con un aparato de música y acabo sin usarlo. Termino respirando el silencio.

¿Una experiencia que le haya cortado la respiración? (Respira.) Cuando volví a ver a mi mujer después de haberla conocido de niña. Y a mis hijas nacer.

SISTEMA CARDIOVASCULAR

¿Qué le dicta su corazón? ¿Suele obedecer? No sé lo que me dicta pero lo sigo a pies juntillas. Probablemente sigo más a mi corazón que a mi cabeza, cosa que no es buena del todo en estos tiempo. Si me dicen que soy un romántico es porque es verdad.

¿Es de sangre espesa o le hierve fácilmente? Me hierve con una facilidad extraordinaria. Otra cosa es que me aguante. Además lo recomiendo, pero no puedes explotar continuamente y tampoco es bueno guardarlo. Entonces por ejemplo si estás en una fiesta, pues subes a cantar, o a grabar un programa de cocina. Pero tienes que desinhibirte de vez en cuanto porque si no al final explotas y lo acaba pagando gente que está a tu lado y que probablemente no se lo merezca.

«No sé qué me dicta mi corazón, pero lo sigo a pies juntillas»

  • Revisión por sistemas

Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas
Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas
Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas

SÍNTOMAS GENERALES

¿Ha sido paciente? Sí. ¡Y menudo susto! ¿Qué se siente? A pesar de todo, se siente miedo. Algo de frialdad, pero no porque los profesionales sanitarios lo sean, sino porque las instalaciones en general se hacen frías. Probablemente en todas las instalaciones. Las salas son blancas, hay aire acondicionado, mucho metal… todo eso es frío. Es una combinación de miedo y frío inevitable. En esos momentos, un profesional, que no tiene que ser médico precisamente, que te de la mano, calor humano, no tiene precio. Eso impacta y se nota mucho. Cualquier facultativo tiene la confianza suficiente como para poder operar bien o muy bien. Lo que puede dar el toque distintivo es un hospital que se preocupa por sus enfermos y que les puede dar una visión o una cara que no tienen otros. Eso da una confianza y tranquilidad muy grande. Si tengo mucho o poco éxito en la Arrixaca (hospital), es porque soy muy cercano a los pacientes. Tampoco sabría hacerlo de otra forma.

¿Se cuida? (Ríe.) No tanto como debiera. No hago todo el deporte que debiera. Tendría que cuidarme mucho más. Más ejercicio y más dieta, lo que pasa es que paso mucho tiempo fuera de casa y lo que me gusta es estar con mis hijas y mi mujer, y la verdad es que llegar a casa y salir a andar… Pero bueno, estoy en ello. Es cierto que el último año no he hecho demasiado por una lesión en la rodilla. Y que además me encanta comer y beber, me lo paso muy bien. No lo puedo evitar. (Ríe.)

¿Toma muchos medicamentos? No. A veces me tengo que tomar algún fármaco porque estoy nervioso, pero son nervios por cansancio. Yo no tomo café. Imposible. Hace poco fui a una charla a Madrid y me despisté y me tomé dos coca colas. Iba a dar la charla y me temblaban las manos. Bastante estrés tengo ya como para encima tomar cafeína.

¿A qué le tiene alergia? Hay muchas cosas que no me gustan nada. Pero lo políticamente correcto no lo aguanto. Y me he llevado muchas tortas por no serlo, entonces he preferido callarme. Pero no puedo con decir lo que crees que tienes que decir en vez de lo que tú crees. No puedo. Es una hipocresía, al fin y al cabo.

¿Algo que haya aprendido de sus padres? De mi padre, la honradez y la humildad. Aunque a veces uno pueda dar una imagen contraria, pero en realidad lo soy. De mi madre, trabajo. Que también sería aplicable en mi padre. Pero trabajo y lucha diaria por sus hijos. Lo han dado todo en su día para que yo estudiara en el que se suponía que entonces era el mejor colegio. Ambos hicieron muchas restricciones en su vida para que nosotros, los tres hermanos que somos, pudiéramos estudiar en el mejor sitio.

¿Qué mal social atajaría con una vacuna si pudiera inventarse? Con los tiempos que corren necesitamos muchas vacunas. Pero supongo que para los extremismos, y más que una vacuna, un estimulante del sentido común. Todo es mucho más sencillo de lo que parece, y las ideas absolutas no existen. Todo es discutible, pero hay mucha gente que se empeña en las ideas absolutistas.

Y luego también inventaría una vacuna contra el analfabetismo funcional, porque hay mucha gente que dice que lee, pero no lee. Eso se nota, aunque haya estudiado una carrera.

¿Le gusta más una fiesta o una cena tranquila? Depende. Pero una cena tranquila con mi mujer y mis niñas no tiene precio. Estoy recordando una cena tranquila con mi familia y la puedo calificar como una cena romántica maravillosa.

«Si pudiera inventar una vacuna, sería un estimulante del sentido común»

SISTEMA RESPIRATORIO

¿Un lugar donde respirar hondo? En el campo. A veces salgo a andar con un aparato de música y acabo sin usarlo. Termino respirando el silencio.

¿Una experiencia que le haya cortado la respiración? (Respira.) Cuando volví a ver a mi mujer después de haberla conocido de niña. Y a mis hijas nacer.

SISTEMA CARDIOVASCULAR

¿Qué le dicta su corazón? ¿Suele obedecer? No sé lo que me dicta pero lo sigo a pies juntillas. Probablemente sigo más a mi corazón que a mi cabeza, cosa que no es buena del todo en estos tiempo. Si me dicen que soy un romántico es porque es verdad.

¿Es de sangre espesa o le hierve fácilmente? Me hierve con una facilidad extraordinaria. Otra cosa es que me aguante. Además lo recomiendo, pero no puedes explotar continuamente y tampoco es bueno guardarlo. Entonces por ejemplo si estás en una fiesta, pues subes a cantar, o a grabar un programa de cocina. Pero tienes que desinhibirte de vez en cuanto porque si no al final explotas y lo acaba pagando gente que está a tu lado y que probablemente no se lo merezca.

«No sé qué me dicta mi corazón, pero lo sigo a pies juntillas»

SISTEMA NEUROLÓGICO

¿Qué le dicta su cerebro? ¿Suele obedecer? ¡Fuf! ¡Con todo lo que leo! Pero no le hago tanto caso como debiera. En realidad no pienso las cosas, dejo que me cerebro me de las respuestas porque sé que está funcionando. De repente me da la solución.

¿Se cultiva más allá de la medicina? Sí. A mí me viene muy bien, yo que leo y estudio mucha medicina, leer cosas completamente diferentes. Por ejemplo, yo todos los veranos he estudiado astronomía y astrofísica. Me encanta. Me preparo el verano, leo menos medicina y me preparo libros, guías que a un cierto nivel resultan desestresantes. Este año me ha dado por la historia de Roma. Me compré varios libros de la historias de roma y además de aprender mucho, me ayudó muchísimo. No tiene precio, te da perspectiva y te das cuenta de cosas que parecen obviedades. Con la historia de Roma me he dado cuenta que no hemos cambiado nada desde entonces.

¿Alguna recomendación? Los libros me encantan. SPQR, es una historia de roma desde su fundación hasta que hacen a todos los habitantes del Imperio ciudadanos. Me gusta mucho la novela negra, pero hay un momento en que te cansas de tanto asesinato y misterio. Pero el último que leí es perfecto. Está ambientado en la ciudad de Vitoria y se llama “El silencio de la ciudad blanca”, de Eva García Saénz de Urruti.

«Estudiando la historia del Imperio Romano he aprendido que no hemos cambiado nada desde entonces»

SISTEMA DIGESTIVO

¿Le gusta comer o saciar el hambre? Es evidente que me gusta comer. Me gusta comer y me gusta hacer de comer. Es algo desestresante. Si tengo invitados procuro hacer una buena cena y organizarme para hacer el mise en place. Siempre con mi mujer a lado, o yo al lado de mi mujer. Y claro, me gusta comer y así, engordo. Me gusta salir a cenar cuando estoy fuera de Murcia, pero aquí lo que me gusta es comer en casa.

¿Una comida favorita? La tortilla de patatas.

¿Y de beber? La cerveza. Es una pasión. ¡Me encanta! (Ríe)

«Una cena tranquila con mi mujer y mis niñas no tiene precio»

SISTEMA NEUROLÓGICO

¿Qué le dicta su cerebro? ¿Suele obedecer? ¡Fuf! ¡Con todo lo que leo! Pero no le hago tanto caso como debiera. En realidad no pienso las cosas, dejo que me cerebro me de las respuestas porque sé que está funcionando. De repente me da la solución.

¿Se cultiva más allá de la medicina? Sí. A mí me viene muy bien, yo que leo y estudio mucha medicina, leer cosas completamente diferentes. Por ejemplo, yo todos los veranos he estudiado astronomía y astrofísica. Me encanta. Me preparo el verano, leo menos medicina y me preparo libros, guías que a un cierto nivel resultan desestresantes. Este año me ha dado por la historia de Roma. Me compré varios libros de la historias de roma y además de aprender mucho, me ayudó muchísimo. No tiene precio, te da perspectiva y te das cuenta de cosas que parecen obviedades. Con la historia de Roma me he dado cuenta que no hemos cambiado nada desde entonces.

¿Alguna recomendación? Los libros me encantan. SPQR, es una historia de roma desde su fundación hasta que hacen a todos los habitantes del Imperio ciudadanos. Me gusta mucho la novela negra, pero hay un momento en que te cansas de tanto asesinato y misterio. Pero el último que leí es perfecto. Está ambientado en la ciudad de Vitoria y se llama “El silencio de la ciudad blanca”, de Eva García Saénz de Urruti.

«Estudiando la historia del Imperio Romano he aprendido que no hemos cambiado nada desde entonces»

SISTEMA DIGESTIVO

¿Le gusta comer o saciar el hambre? Es evidente que me gusta comer. Me gusta comer y me gusta hacer de comer. Es algo desestresante. Si tengo invitados procuro hacer una buena cena y organizarme para hacer el mise en place. Siempre con mi mujer a lado, o yo al lado de mi mujer. Y claro, me gusta comer y así, engordo. Me gusta salir a cenar cuando estoy fuera de Murcia, pero aquí lo que me gusta es comer en casa.

¿Una comida favorita? La tortilla de patatas.

¿Y de beber? La cerveza. Es una pasión. ¡Me encanta! (Ríe)

«Una cena tranquila con mi mujer y mis niñas no tiene precio»

SISTEMA ENDOCRINO

Si hablamos de hormonas, hablemos de la juventud. ¿Qué síntomas le transmiten las nuevas generaciones? Trabajo en un servicio de cirugía en donde todos los residentes tienen siempre la misma edad, con lo que vas viendo cómo evolucionan las generaciones. Yo veo a la gente tremendamente trabajadora. Y sobretodo veo muchísima mujer. Yo creo que una mujer puede trabajar más que un hombre. Son más sistemáticas, más meticulosas. En general. Y me gusta, porque cuando yo empecé sólo había hombres. Y estoy encantado porque se trabaja muy bien.

También he visto que cada vez la gente además de preocuparse por su desarrollo profesional, se ocupa de su vida personal, y eso es muy importante. La profesión te absorbe, pero la gente ya no está tan obsesionada con trabajar y publicar en revistas científicas. Y tener una vida personal satisfactoria te ayuda a tener una vida profesional buena.

¿Fue usted joven o lo sigue siendo? Lo sigo siendo. Totalmente. Tengo una serie de responsabilidades y actitudes que no son propias de una persona joven. No salgo de copas, precisamente. Mi corazón sigue siendo joven, además porque me rodeo de jóvenes en el hospital, y con mis niñas y mi mujer. Soy muy joven y hago muchas tonterías que a mis hijas les encantan. Y eso sólo lo puede hacer una persona con ilusión.

¿Fue bueno? Sí. Totalmente.

¿Tiene hijos? Tengo tres niñas. Tres princesas y una reina en casa (su mujer). Tienen 4, 7 y 8 años. Mi casa es una fiesta. En cuanto salga de aquí voy con ellas.

¿Son buenas? Si, son tranquilas. En comparación con los niños son unas santas. Además son mis hijas. Qué voy a decir. (Ríe.)

¿Qué le gustaría que sus hijos dijeran que aprendieron de usted? Lo mismo que me transmitieron mis padres. Tienen que aprender los principios éticos y morales normales. No quiero que sean malas pero tampoco que las engañen. Tienen que conocer la sociedad en la que vivimos y ser horadas, fieles a su corazón. Moralmente y éticamente intachables. Otra cosa. Tienen que aprender a dormir sin remordimientos. Y si tienen que tener algún remordimiento que sea por no haber podido hacer más de lo que han hecho. Pero siempre haciendo el bien.

«Soy muy joven y hago muchas tonterías que a mis hijas les encantan»

SISTEMA GENITOURINARIO

¿Algo que declarar? Mi favorito. Estoy encantado de conocerme. (Ríe)

Dr. Juan Ángel Fernández – Historias Clínicas

SISTEMA ENDOCRINO

Si hablamos de hormonas, hablemos de la juventud. ¿Qué síntomas le transmiten las nuevas generaciones? Trabajo en un servicio de cirugía en donde todos los residentes tienen siempre la misma edad, con lo que vas viendo cómo evolucionan las generaciones. Yo veo a la gente tremendamente trabajadora. Y sobretodo veo muchísima mujer. Yo creo que una mujer puede trabajar más que un hombre. Son más sistemáticas, más meticulosas. En general. Y me gusta, porque cuando yo empecé sólo había hombres. Y estoy encantado porque se trabaja muy bien.

También he visto que cada vez la gente además de preocuparse por su desarrollo profesional, se ocupa de su vida personal, y eso es muy importante. La profesión te absorbe, pero la gente ya no está tan obsesionada con trabajar y publicar en revistas científicas. Y tener una vida personal satisfactoria te ayuda a tener una vida profesional buena.

¿Fue usted joven o lo sigue siendo? Lo sigo siendo. Totalmente. Tengo una serie de responsabilidades y actitudes que no son propias de una persona joven. No salgo de copas, precisamente. Mi corazón sigue siendo joven, además porque me rodeo de jóvenes en el hospital, y con mis niñas y mi mujer. Soy muy joven y hago muchas tonterías que a mis hijas les encantan. Y eso sólo lo puede hacer una persona con ilusión.

¿Fue bueno? Sí. Totalmente.

¿Tiene hijos? Tengo tres niñas. Tres princesas y una reina en casa (su mujer). Tienen 4, 7 y 8 años. Mi casa es una fiesta. En cuanto salga de aquí voy con ellas.

¿Son buenas? Si, son tranquilas. En comparación con los niños son unas santas. Además son mis hijas. Qué voy a decir. (Ríe.)

¿Qué le gustaría que sus hijos dijeran que aprendieron de usted? Lo mismo que me transmitieron mis padres. Tienen que aprender los principios éticos y morales normales. No quiero que sean malas pero tampoco que las engañen. Tienen que conocer la sociedad en la que vivimos y ser horadas, fieles a su corazón. Moralmente y éticamente intachables. Otra cosa. Tienen que aprender a dormir sin remordimientos. Y si tienen que tener algún remordimiento que sea por no haber podido hacer más de lo que han hecho. Pero siempre haciendo el bien.

«Soy muy joven y hago muchas tonterías que a mis hijas les encantan»

SISTEMA GENITOURINARIO

¿Algo que declarar? Mi favorito. Estoy encantado de conocerme. (Ríe)

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