Historias Clínicas
Historias Clínicas

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti – Historias Clínicas

«Aliviar a un paciente es lo más grande»

  • Identificación del paciente

Nombre: Ignacio Echeverría Lucotti.

Edad: 47 años.

Lugar de nacimiento: Buenos Aires, Argentina.

Estado civil: Casado.

Profesión / Especialidad: Médico especialista en cardiología.

Puesto: Soy cardiólogo del hospital Mesa del Castillo. Llevo casi diez años aquí, con mucha ilusión y varios proyectos de futuro.

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti – Historias Clínicas

«Aliviar a un paciente es lo más grande»

  • Identificación del paciente

Nombre: Ignacio Echeverría Lucotti.

Edad: 47 años.

Lugar de nacimiento: Buenos Aires, Argentina.

Estado civil: Casado.

Profesión / Especialidad: Médico especialista en cardiología.

Puesto: Soy cardiólogo del hospital Mesa del Castillo. Llevo casi diez años aquí, con mucha ilusión y varios proyectos de futuro.

  • Motivo de consulta

El Dr. Echeverría se divierte. ‘Se la pasa bien’, como dicen en su natal Argentina. Pero no sólo surcando las olas con una piragua o una tabla de surf, sus hobbies de fin de semana llueva, truene o relampaguee. Se divierte cuando hay un paciente en camilla y tiene la misión de desentrañar su dolencia.

Claro que se cansa, y tendrá sus días malos, como todos. Pero da la sensación de que en todo momento el Dr. Echeverría le está sacando el jugo a la vida, con el mérito añadido de que hace una vida normal, la típica ecuación trabajo – familia.

No sólo estamos ante un excelente cardiólogo al que acudir si padecemos dolencias de su especialidad. También tenemos la oportunidad de conocer de primera mano a una persona que transpira vitalidad.

  • Anamnesis

«Nací en 1969 en Buenos Aires, Argentina. Soy el hijo mayor de cuatro hermanos. Todo mi colegio lo he hecho en La Salle y fui a la Universidad del Salvador, en Buenos Aires. Gané un fellowship (beca de investigación) en arritmias y electrofisiología en el Hospital La Paz de Madrid. Allí conocí a mi mujer, que es española, y por eso me quedé aquí. En aquel momento, el lugar con más estabilidad laboral fue en Murcia, en la vega baja, y por eso nos vinimos a vivir aquí. Y hasta ahora. Llevo diez años aquí muy contento.»

«La cardiología es una especialidad muy divertida»

  • Antecedentes

¿Por qué medicina? Porque reunía muchas cualidades que a mí me gustaba desarrollar. Una era las ciencias biológicas y por otro lado el contacto con la gente. Yo creo que es una posibilidad de sentirse útil y de ayudar a la gente a sentirse mejor y a vivir mejor.

¿Por qué cardiología? Cardiología porque para mí es una especialidad muy divertida. Aparte de ser meramente clínica disponemos de muchos estudios complementarios, lo que la convierte en una actividad bastante dinámica, con mucha perspectiva.

¿Tiene un maestro? En la universidad, mi profesor de medicina general que me enseñó a razonar la medicina, el Dr. Schapira. En la especialización, también en Buenos Aires, el Dr. Carlos Tager, que me enseñó a ser mejor persona y a pensar como médico. Y en Murcia, el Dr. Antonio Madrid Conesa.

¿Cómo ha cambiado el oficio desde que empezó a ejercer? Creo que la esencia es la misma. No se ha modificado. El médico es médico desde que alguien tiene ganas de aliviar el síntoma o de curar a alguien. Posiblemente la forma haya variado por la incorporación de tecnología en nuestro quehacer diario. Pero creo que la esencia es prácticamente la misma.

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas
Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas
  • Motivo de consulta

El Dr. Echeverría se divierte. ‘Se la pasa bien’, como dicen en su natal Argentina. Pero no sólo surcando las olas con una piragua o una tabla de surf, sus hobbies de fin de semana llueva, truene o relampaguee. Se divierte cuando hay un paciente en camilla y tiene la misión de desentrañar su dolencia.

Claro que se cansa, y tendrá sus días malos, como todos. Pero da la sensación de que en todo momento el Dr. Echeverría le está sacando el jugo a la vida, con el mérito añadido de que hace una vida normal, la típica ecuación trabajo – familia.

No sólo estamos ante un excelente cardiólogo al que acudir si padecemos dolencias de su especialidad. También tenemos la oportunidad de conocer de primera mano a una persona que transpira vitalidad.

  • Anamnesis

«Nací en 1969 en Buenos Aires, Argentina. Soy el hijo mayor de cuatro hermanos. Todo mi colegio lo he hecho en La Salle y fui a la Universidad del Salvador, en Buenos Aires. Gané un fellowship (beca de investigación) en arritmias y electrofisiología en el Hospital La Paz de Madrid. Allí conocí a mi mujer, que es española, y por eso me quedé aquí. En aquel momento, el lugar con más estabilidad laboral fue en Murcia, en la vega baja, y por eso nos vinimos a vivir aquí. Y hasta ahora. Llevo diez años aquí muy contento.»

«La cardiología es una especialidad muy divertida»

  • Antecedentes

¿Por qué medicina? Porque reunía muchas cualidades que a mí me gustaba desarrollar. Una era las ciencias biológicas y por otro lado el contacto con la gente. Yo creo que es una posibilidad de sentirse útil y de ayudar a la gente a sentirse mejor y a vivir mejor.

¿Por qué cardiología? Cardiología porque para mí es una especialidad muy divertida. Aparte de ser meramente clínica disponemos de muchos estudios complementarios, lo que la convierte en una actividad bastante dinámica, con mucha perspectiva.

¿Tiene un maestro? En la universidad, mi profesor de medicina general que me enseñó a razonar la medicina, el Dr. Schapira. En la especialización, también en Buenos Aires, el Dr. Carlos Tager, que me enseñó a ser mejor persona y a pensar como médico. Y en Murcia, el Dr. Antonio Madrid Conesa.

¿Cómo ha cambiado el oficio desde que empezó a ejercer? Creo que la esencia es la misma. No se ha modificado. El médico es médico desde que alguien tiene ganas de aliviar el síntoma o de curar a alguien. Posiblemente la forma haya variado por la incorporación de tecnología en nuestro quehacer diario. Pero creo que la esencia es prácticamente la misma.

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas
Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas
Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas

¿Cómo ha cambiado usted la forma de ejercer su oficio? Forma parte de la madurez como persona más que como médico. Al principio uno es muy impulsivo, se detiene poco en las cosas, las quiere hacer rápido. A medida que va pasando el tiempo uno va tomando distancia, va siendo más certero. Tomar distancia cuando la tiene que tomar. Apurarse cuando es preciso. Eso mejora la calidad del servicio. La experiencia es fundamental. Lo ideal es que uno esté muy bien formado y tenga experiencia. La experiencia no se estudia, se adquiere trabajando.

¿Cuánto tiempo ejerció usted en Argentina? Yo hice la especialidad y me vine aquí. La hice en un hospital de alta complejidad y cuando terminé vine a España.

¿En qué se diferencia ser médico en Argentina y en España? En el momento en que yo vine a España la tecnología aquí en España estaba más al alcance de la mano del médico. Por otro lado allá tenemos una formación más clínica, enfocada a cuidados intensivos, y aquí más orientada a la realización de estudios complementarios en el caso de la cardiología.

¿Qué le gusta de su oficio? El contacto con la gente. Es lo más gratificante. Ver que una persona viene con un problema, que deposita la confianza en uno y después en nuestro quehacer la persona se siente satisfecha, recibe lo que ha venido a buscar. Eso es lo más grande.

¿Qué no le gusta de su oficio? Lo tendría que pensar… No…(duda) Yo estoy muy contento.

«Llegué de Argentina hace 10 años y estoy muy contento»

¿Cómo ha cambiado usted la forma de ejercer su oficio? Forma parte de la madurez como persona más que como médico. Al principio uno es muy impulsivo, se detiene poco en las cosas, las quiere hacer rápido. A medida que va pasando el tiempo uno va tomando distancia, va siendo más certero. Tomar distancia cuando la tiene que tomar. Apurarse cuando es preciso. Eso mejora la calidad del servicio. La experiencia es fundamental. Lo ideal es que uno esté muy bien formado y tenga experiencia. La experiencia no se estudia, se adquiere trabajando.

¿Cuánto tiempo ejerció usted en Argentina? Yo hice la especialidad y me vine aquí. La hice en un hospital de alta complejidad y cuando terminé vine a España.

¿En qué se diferencia ser médico en Argentina y en España? En el momento en que yo vine a España la tecnología aquí en España estaba más al alcance de la mano del médico. Por otro lado allá tenemos una formación más clínica, enfocada a cuidados intensivos, y aquí más orientada a la realización de estudios complementarios en el caso de la cardiología.

¿Qué le gusta de su oficio? El contacto con la gente. Es lo más gratificante. Ver que una persona viene con un problema, que deposita la confianza en uno y después en nuestro quehacer la persona se siente satisfecha, recibe lo que ha venido a buscar. Eso es lo más grande.

¿Qué no le gusta de su oficio? Lo tendría que pensar… No…(duda) Yo estoy muy contento.

«Llegué de Argentina hace 10 años y estoy muy contento»

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas
  • Revisión por sistemas

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas

SÍNTOMAS GENERALES

¿Ha sido paciente? Gracias a Dios, no. Nunca.

¿Alguna experiencia cercana? Mi hermana es diabética. Tuvo una insuficiencia renal. Mi madre le donó un riñón que rechazó y ahora está trasplantada con otro. Fue una experiencia muy bonita porque tanto a nivel familiar como la relación nuestra con profesionales fue muy buena. Había una implicación no solo en la parte clínica sino también en la personal. Y eso es lo que hace a este oficio transcendente.

¿Se cuida? Me lo paso bien. No soy un obsesivo en el cuidado y no dejo de hacer cosas que me ayudan a disfrutar más de la vida.

¿Toma muchos medicamentos? Ninguno.

¿A qué le tiene alergia? A la gente pesimista.

¿Algo que haya aprendido de su padre y de su madre? De mi padre, a ser paciente y a saber hablar. Y de mi madre, lo que más me llama la atención y siempre estoy pensando es en la capacidad de intuir algo. Creo que a medida que pasan los años uno tiene la capacidad de intuir por donde van a ir las cosas. Y mi madre tiene una capacidad intuitiva que es impresionante.

¿Qué mal social atajaría con una vacuna si pudiera inventarse? La mezquindad y la avaricia.

¿Le gusta más una fiesta o una cena tranquila? Una cena tranquila.

«Le tengo alergia a la gente pesimista»

  • Revisión por sistemas

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas

SÍNTOMAS GENERALES

¿Ha sido paciente? Gracias a Dios, no. Nunca.

¿Alguna experiencia cercana? Mi hermana es diabética. Tuvo una insuficiencia renal. Mi madre le donó un riñón que rechazó y ahora está trasplantada con otro. Fue una experiencia muy bonita porque tanto a nivel familiar como la relación nuestra con profesionales fue muy buena. Había una implicación no solo en la parte clínica sino también en la personal. Y eso es lo que hace a este oficio transcendente.

¿Se cuida? Me lo paso bien. No soy un obsesivo en el cuidado y no dejo de hacer cosas que me ayudan a disfrutar más de la vida.

¿Toma muchos medicamentos? Ninguno.

¿A qué le tiene alergia? A la gente pesimista.

¿Algo que haya aprendido de su padre y de su madre? De mi padre, a ser paciente y a saber hablar. Y de mi madre, lo que más me llama la atención y siempre estoy pensando es en la capacidad de intuir algo. Creo que a medida que pasan los años uno tiene la capacidad de intuir por donde van a ir las cosas. Y mi madre tiene una capacidad intuitiva que es impresionante.

¿Qué mal social atajaría con una vacuna si pudiera inventarse? La mezquindad y la avaricia.

¿Le gusta más una fiesta o una cena tranquila? Una cena tranquila.

«Le tengo alergia a la gente pesimista»

SISTEMA RESPIRATORIO

¿Un lugar donde respirar hondo? El mar.

¿Una experiencia que le haya cortado la respiración? El nacimiento de mis hijos.

SISTEMA CARDIOVASCULAR

¿Qué le dicta su corazón? Pasármelo bien.

¿Suele obedecer? Hago lo que puedo. Cada día intento vivirlo como si fuera el último.

¿Es de sangre espesa o le hierve fácilmente? Me hierve. Muy fácil. (Ríe) Pero así como hierve se enfría rápido.

«Intento vivir cada día como si fuese el último»

SISTEMA DIGESTIVO

¿Le gusta comer o saciar el hambre? Me gusta comer.

¿Cocina? Antes cocinaba más. Intentaba compartir esa actividad con los niños. Cuando tengo tiempo. No esquivo la cocina.

¿Una comida favorita? Un buen chuletón. Cuando puedo hacemos asado.

¿Y de beber? El vino me gusta mucho. La cerveza también. Y para una sobremesa algún licor o el coñac. Las copas me sientan mal, entonces las evito.

«Me gusta un buen chuletón. Cuando puedo, hago un asado argentino»

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas

SISTEMA NEUROLÓGICO

¿Qué le dicta su cerebro? Ser honesto. Educar a mis hijos con valores e ir poco a poco.

¿Suele obedecer? En lo que puedo, sí.

¿Qué le gusta hacer cuando no trabaja? Me llama mucho la atención el deporte. Me gustan mucho los deportes náuticos, la vela y remar.

«Mi corazón me dicta pasármelo bien»

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas

SISTEMA ENDOCRINO

Si hablamos de hormonas, hablemos de la juventud. ¿Qué síntomas le transmiten las nuevas generaciones? Muy buenos síntomas. Tienen una accesibilidad a la información muy fácil. Están acostumbrados a una dinámica muy rápida. Si luego son capaces de saber asesorase y ser un poco pacientes a la hora de tomar decisiones, esa combinación va a ser importante.

¿Fue usted joven o lo sigue siendo? Soy joven de diferente manera a cuando tenía 18 años. Uno trata de mantenerse activo y hacer cosas. Pero bueno, los años van pasando para bien.

¿Fue bueno? No siempre. (Ríe)

¿Tiene hijos? Sí, tengo dos hijos. Uno de 16 y otro de 12 años.

¿Son buenos? Generalmente sí. Nos son mala gente, pero son niños. Chicos normales. A veces cuesta entenderlos, sobre todo cuando entran a la adolescencia, pero se lleva como se puede. El resultado al final es bueno.

¿Qué le gustaría que sus hijos dijeran que aprendieron de usted? Me gustaría que recuerden un buen momento. El que sea. Me da igual.

«No siempre era bueno de pequeño»

SISTEMA GENITOURINARIO

¿Algo que declarar? No. (Ríe)

SISTEMA RESPIRATORIO

¿Un lugar donde respirar hondo? El mar.

¿Una experiencia que le haya cortado la respiración? El nacimiento de mis hijos.

SISTEMA CARDIOVASCULAR

¿Qué le dicta su corazón? Pasármelo bien.

¿Suele obedecer? Hago lo que puedo. Cada día intento vivirlo como si fuera el último.

¿Es de sangre espesa o le hierve fácilmente? Me hierve. Muy fácil. (Ríe) Pero así como hierve se enfría rápido.

«Intento vivir cada día como si fuese el último»

SISTEMA DIGESTIVO

¿Le gusta comer o saciar el hambre? Me gusta comer.

¿Cocina? Antes cocinaba más. Intentaba compartir esa actividad con los niños. Cuando tengo tiempo. No esquivo la cocina.

¿Una comida favorita? Un buen chuletón. Cuando puedo hacemos asado.

¿Y de beber? El vino me gusta mucho. La cerveza también. Y para una sobremesa algún licor o el coñac. Las copas me sientan mal, entonces las evito.

«Me gusta un buen chuletón. Cuando puedo, hago un asado argentino»

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas

SISTEMA NEUROLÓGICO

¿Qué le dicta su cerebro? Ser honesto. Educar a mis hijos con valores e ir poco a poco.

¿Suele obedecer? En lo que puedo, sí.

¿Qué le gusta hacer cuando no trabaja? Me llama mucho la atención el deporte. Me gustan mucho los deportes náuticos, la vela y remar.

«Mi corazón me dicta pasármelo bien»

Dr. Ignacio Echeverría Lucotti - Historias Clínicas

SISTEMA ENDOCRINO

Si hablamos de hormonas, hablemos de la juventud. ¿Qué síntomas le transmiten las nuevas generaciones? Muy buenos síntomas. Tienen una accesibilidad a la información muy fácil. Están acostumbrados a una dinámica muy rápida. Si luego son capaces de saber asesorase y ser un poco pacientes a la hora de tomar decisiones, esa combinación va a ser importante.

¿Fue usted joven o lo sigue siendo? Soy joven de diferente manera a cuando tenía 18 años. Uno trata de mantenerse activo y hacer cosas. Pero bueno, los años van pasando para bien.

¿Fue bueno? No siempre. (Ríe)

¿Tiene hijos? Sí, tengo dos hijos. Uno de 16 y otro de 12 años.

¿Son buenos? Generalmente sí. Nos son mala gente, pero son niños. Chicos normales. A veces cuesta entenderlos, sobre todo cuando entran a la adolescencia, pero se lleva como se puede. El resultado al final es bueno.

¿Qué le gustaría que sus hijos dijeran que aprendieron de usted? Me gustaría que recuerden un buen momento. El que sea. Me da igual.

«No siempre era bueno de pequeño»

SISTEMA GENITOURINARIO

¿Algo que declarar? No. (Ríe)