Los cambios de ritmo, de estación o simplemente el desgaste de la vida pueden alterar nuestro estado de ánimo. Es posible que nuestro organismo esté sufriendo escasez en alguna de las sustancias que nos mantienen equilibrados a todos los niveles. En este aspecto, la micronutrición se está convirtiendo en una especialidad muy importante tanto para restablecer posibles desequilibrios como para mejorar nuestro estado de salud y calidad de vida. Hablamos con la doctora, Ana Furió, de la Unidad de Nutrición y Medicina Estética del hospital Mesa del Castillo

¿Qué es la micronutrición? La micronutrición se encarga de estudiar el impacto que tienen los micronutrientes en nuestro organismo con el fin de optimizar la alimentación a favor de un adecuado estado de salud. Podemos dividir los alimentos que tomamos en dos grandes grupos. Los macronutrientes, que son las proteínas, hidratos de carbono, grasas, etc. Y los micronutrientes que son unos productos necesarios para la salud que tomamos en cantidades ínfimas y que tienen que estar presentes en las múltiples reacciones químicas que realiza nuestro cuerpo. Se trata de los aminoácidos, oligoelementos, vitaminas…

“La micronutrición nos hace más resistentes a las infecciones”

¿Cómo  podemos utilizar la micronutrición para mejorar el estado de ánimo? Esta época es especial porque en otoño disminuyen las horas de luz, comenzamos a adoptar rutinas de trabajo y en definitiva tenemos que acostumbrarnos a otro ritmo de vida. El cuerpo necesita un tiempo para acostumbrarse y es conveniente saber que hay unos mecanismos que son los neurotransmisores, que se dividen en catecolaminas e indolaminas. Las primeras producen un estado de ánimo energético y nos ayudan a la actividad. Las segundas producen confort, sueño, relax. Ambas sustancias tienen un equilibrio mutuo que el cuerpo necesita para las diferentes etapas del día. Cuando se produce una disfunción en la que predominan unas u otras, podemos sufrir nerviosismo o apatía. Para solucionarlo, aportamos precursores de dichas sustancias para que su efecto sea mayor y poder así equilibrar su relación.

¿Cómo debemos prepararnos para el invierno? Es conveniente utilizar los probióticos que a nivel intestinal van a aumentar nuestra resistencia a las infecciones. También juega un papel importante la vitamina C, que es muy buen antioxidante. El selenio y el zinc, que son cofactores de muchas reacciones positivas de las defensas. Y luego tenemos algunas plantas que son muy beneficiosas como la equinacea, el sauco o el tomillo, plantas que también nos van a ayudar si durante un tiempo los tomamos porque nos harán mucho más resistentes ante los fríos.

¿En qué más casos puede ayudar la micronutrición? Cuando hay un desgaste intelectual mayor, estas sustancias pueden aportar mucho. También cuando hay un desgaste físico o una situación de estrés. En el caso de la mujer, con el síndrome premenstrual o la menopausia. Después de tomar antibióticos, una reposición de probióticos es muy importante para recuperar nuestro estado de salud. Es un complemento que provoca resultados muy efectivos tanto para recuperarnos de ciertas dolencias como para prevenir posibles enfermedades.