En los últimos días el mundo asiste perplejo a los resultados de la investigación sobre la tragedia del vuelo de Germanwings que acabó con la vida de 150 personas.

«Lubitz decidió repartir su agonía»

El crimen suicida del copiloto Andreas Lubitz arroja innumerables preguntas sobre sus motivos y su personalidad. Buscamos respuesta a algunas de estas preguntas con el Dr. Manuel Reus Martínez, psiquiatra del Hospital Mesa del Castillo.

Al parecer, la depresión que sufría el copiloto le iba a impedir volar tarde o temprano. ¿Podría ser frustración lo que lo llevó a cometer el acto?
Una depresión por sí sola no podría explicar un acto tan cruel como arrastrar contigo a la muerte a 149 personas.

Creo que una grave caracteropatía (determinado rasgo de carácter que ‘invade’ la conducta de la persona, incluso más allá de su voluntad) se oculta detrás de este acontecimiento.

Para que esto ocurriera, la tolerancia a la frustración y los posteriores sentimientos de ira y desprecio a lo ajeno tuvieron que estar muy presentes. Y no tanto los típicos síntomas melancólicos que asociamos habitualmente a la depresión como son la tristeza, apatía, la tendencia al llanto o la incapacidad de disfrutar.

Por otro lado, yo descartaría una psicosis porque en estos pacientes el pensamiento está tan desorganizado que difícilmente hubiese tenido la capacidad de haber planeado y ejecutado su plan homicida como lo hizo. Los pacientes psicóticos están gravemente perturbados y muchas veces su estado se hace evidente.

“Lubitz decidió repartir su agonía entre los pasajeros”

«La tranquilidad con la que realizó el acto homicida se debería a la frialdad de carácter y controladora de las emociones que presentaba Andreas Lubitz.»

¿Cómo podemos entender desde el punto de vista del copiloto, la decisión que tomó?
Según hemos podido leer en los medios, las personas cercanas a él lo describen como una persona educada en el trato pero con una gran obsesión por el vuelo y ocasionales crisis de ira ante pequeñas frustraciones.

Creo que Andreas Lubitz tenía una gran necesidad de reconocimiento. Se trata de una personalidad rígida, narcisista, rencorosa, fría y controladora. Ante la caída de dos pilares de su vida como su relación sentimental y su carrera de piloto, y ante la incapacidad de tolerar ese sufrimiento, decidió repartir su agonía entre la gente que tuvo la desgracia de acompañarlo en el vuelo y sus familiares. Imagino que su estado de ánimo estaría imbuido de ira y odio por un destino que creería no merecer. Estaría rumiando la idea y cuando se quedó solo la llevó a cabo.

«Un posible razonamiento para este acto sería: “Yo sufro, me quitan lo que más quiero y necesito en la vida, la gente va a saber de mi sufrimiento a través del propio”».

Según se informa, su respiración momentos antes del impacto era normal, tranquila. ¿Cómo se interpreta?
La tranquilidad con la que realizó el acto homicida se debería a la frialdad de carácter y controladora de las emociones que presentaba Andreas Lubitz. Tuvo hasta la paciencia de esperar a que el piloto saliera por voluntad propia y no dudó mucho en comenzar su plan homicida.

Imagino que estaría ensimismado, centrado en su conflicto y en el rencor que iba a ser satisfecho. Probablemente de ahí la tranquilidad con la que aparentemente estrella su propio avión acabando con su vida y la de las otras 149 personas que iban a bordo.

«Imagino que su estado de ánimo estaría imbuido de ira y odio por un destino que creería no merecer. Estaría rumiando la idea y cuando se quedó solo la llevó a cabo.»

“Lubitz decidió repartir su agonía entre los pasajeros”

¿Cómo valoró esas 149 vidas? ¿No pensó en ellas y las consecuencias de su acto?
Un posible razonamiento para este acto sería: “Yo sufro, me quitan lo que más quiero y necesito en la vida, la gente va a saber de mi sufrimiento a través del propio”. Un razonamiento fatal y despreciable, como se ha demostrado.

«Creo que habría que mejorar las relaciones entre las instituciones sanitarias y laborales.»

Son muchas víctimas por un sueño roto…
Para entender esta personalidad habría que centrarse en la frustración y el rencor, lo cual conlleva una persona rígida y controladora. Un sueño cumplido, cuando cree merecerse, no es ningún logro, pero sí algo muy difícil de aceptar perder. Por suerte, lo ocurrido la semana pasada es algo más que excepcional.

¿Cómo se previene este conflicto?
Se ha descubierto que Andreas Lubitz destruyó la baja laboral que le había sido dada por parte de su médico. Creo que habría que mejorar las relaciones entre las instituciones sanitarias y laborales. Cada país tiene una legislación diferente, pero creo que es evidente que en actividades laborales en las que la integridad de terceros esté presente, debe haber un estrecho control de la salud física y mental del implicado.

Desde el Hospital Mesa del Castillo queremos mostrar nuestra solidaridad con las víctimas y los familiares de la tragedia del vuelo de Germanwings en Los Alpes. D.E.P.